dissabte, 10 de desembre del 2011

Lo que este hombre es un jipi...

La decapitación de los banqueros nos daría cierto alivio de vendetta, pero detrás vendrían otros que harían lo mismo o peor. A rey muerto... Es como los clanes de mafiosos: muerto el padrino, hay un buen puñado que no tendrían inconveniente en sustituirlo. Y lo de cargarse la moneda, no me jodas. ¡¿Cómo le doy yo de comer a mi niña!?

No, la solución no la veo ahí. ¿Dónde? Ni idea. Ando más perdido que un pingüino en la sección de bricolage de Carrefour. De todos modos tengo dos teorías, a cual peor:

1. Que todo esto es un contubernio judeo-masónico para acabar con los derechos de la clase media en occidente (Europa, principalmente) y poder competir en costes de producción con los emergentes.
2. Que como el mercado financiero va a su aire, hay tres o cuatro cabr... especuladores a quienes no les importa un carajo qué pase después. Como bien decías por teléfono, primero chupan la sangre de la economía real, luego la de la irreal y ahora la de los estados que pagamos con nuestro sudor. Con tal de ser más ricos, lo que sea.
3. He dicho, dos, pero la tercera podría ser un compendio de ambas: cuatro ricachos especuladores que quieren joder a las clases medias mientras exploto a los estados (o explotando a los estados) para ser aún más ricos.

Mientras no pongan freno ni limiten a los mercados financieros, habrá que bajarse los pantalones y apretarse el cinturón a pellejo, como bien decías, además de agacharse y poner el culo, a ver qué pasa.

Y lo de la Unión Europea. Técnicamente, ya va siendo hora de que se pongan de acuerdo. Pero como reza el dicho, reunión de pastores, ovejas muertas.

Hala, muchos abrazos a repartir, y mucho ánimo.

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