La decapitación de los banqueros nos daría cierto alivio de vendetta, pero detrás vendrían otros que harían lo mismo o peor. A rey muerto... Es como los clanes de mafiosos: muerto el padrino, hay un buen puñado que no tendrían inconveniente en sustituirlo. Y lo de cargarse la moneda, no me jodas. ¡¿Cómo le doy yo de comer a mi niña!?
No, la solución no la veo ahí. ¿Dónde? Ni idea. Ando más perdido que un pingüino en la sección de bricolage de Carrefour. De todos modos tengo dos teorías, a cual peor:
1. Que todo esto es un contubernio judeo-masónico para acabar con los derechos de la clase media en occidente (Europa, principalmente) y poder competir en costes de producción con los emergentes.
2. Que como el mercado financiero va a su aire, hay tres o cuatro cabr... especuladores a quienes no les importa un carajo qué pase después. Como bien decías por teléfono, primero chupan la sangre de la economía real, luego la de la irreal y ahora la de los estados que pagamos con nuestro sudor. Con tal de ser más ricos, lo que sea.
3. He dicho, dos, pero la tercera podría ser un compendio de ambas: cuatro ricachos especuladores que quieren joder a las clases medias mientras exploto a los estados (o explotando a los estados) para ser aún más ricos.
Mientras no pongan freno ni limiten a los mercados financieros, habrá que bajarse los pantalones y apretarse el cinturón a pellejo, como bien decías, además de agacharse y poner el culo, a ver qué pasa.
Y lo de la Unión Europea. Técnicamente, ya va siendo hora de que se pongan de acuerdo. Pero como reza el dicho, reunión de pastores, ovejas muertas.
Hala, muchos abrazos a repartir, y mucho ánimo.
dissabte, 10 de desembre del 2011
divendres, 9 de desembre del 2011
Un señor con barbas y pelo largo dice...
Haciendo mi ronda diaria por los blogs de cómics que consulto habitualmente he encontrado esta cita. Su autor es Alan Moore, guionista de Watchmen y From Hell, entre otras obras. Por contextualizar: Creo que está extraída de una entrevista realizada recientemente, y menciona Jerusalem, su última novela.
Así que algo tiene que hacerse al respecto. Me permito sugerir la decapitación de los banqueros, pero al mismo tiempo que sería muy satisfactorio y nos animaría, es probable que no consiguiera nada práctico para cambiar la situación. Decapitar a la moneda. Cambiar la moneda, ¿por qué no? Eso debilitaría a todas las personas que habían comprado en esa moneda, pero significaría bastante más autonomía para el resto de nosotros, el otro 99 por ciento".
La dejo pendiente de comentario de texto. Me ha parecido interesante por la descripción que hace del problema. Coincide, más o menos, con el análisis que hacíamos a propósito de que los mercados han estado operando sobre valores progresivamente más alejados de la realidad y sustentados en niveles de abstracción cada vez más complejos y endogámicos...Y además, en el segundo párrafo, hace una propuesta que creo merecedora de una reseña. Me gustaría informarme un poco mejor para reflexionar en torno a ella. Teniendo en cuenta el pelaje del personaje no sé si es una medida realista o es otra boutade como la anterior propuesta que te lancé para que apostillaras.
En fin; cuídesemeles a usted y sus damas. Abrazos a discreción.
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